Feminismo - Arte
Arte latinoamericano en el siglo XXI, ¿es el privilegio el que da la voz?
Por Lizbeth Rodríguez
- 23-10-2020
¿Es el privilegio el que da la voz?
Cuando pensamos en literatura, pintura, y arte general, se nos vienen a la mente personas como Eduardo Galeano, Julio Cortázar, Juan Rulfo, Gabriel García Márquez, Juan José Arreola. Y, si lo concretizamos a pintores podría venirnos a la mente Eduardo Sívori, Alfredo Valenzuela Puelma, Víctor Meirelles o más “contemporáneos” como Diego Rivera, Juan Vicente Gómez Landaeta y un largo etcétera.
Sin embargo, durante esos periodos muy poco se sabía de las mujeres, ¿ellas no pintaban acaso? Si bien, podríamos recordar como “cultura general” a Frida Khalo, ¿sería la única que le interesaría el arte? O acaso, ¿sería de las pocas mujeres a las que se les permitió involucrarse en el arte?
Gracias al trayecto histórico, es bien sabido que el arte (y no solo en América Latina) ha sido una cuestión de varones. Tan es así que los grandes del Renacimiento, Barroco, Neoclásico y Romanticismo han sido figuras masculinas. Sin embargo, las mujeres también habían hecho arte en esas épocas; o al menos se tienen datos históricos de algunas como el caso de Berthe Morrisot durante la época del impresionismo en Europa.
Pese a lo anterior, lo cierto es que los pocos datos que se tienen de mujeres artistas en otros períodos y culturas fueron obtenidos gracias al hecho de haber pertenecido a las familias privilegiadas de las épocas; las cuáles pudieron tener algo de acceso al arte. La pregunta aquí es, ¿esta dinámica en verdad ya cambió? ¿O sigue siendo un privilegio para las élites del mundo contemporáneo?
Durante el siglo XXI han comenzado a visibilizarse más el arte latinoamericano femenino. Muestra de lo anterior, la revista Forbes México ha mostrado a 10 mujeres latinoamericanas destacadas en esta rama; aunque la misma revista afirma que no es una lista como tal, o una enumeración, sino una relación de algunas mujeres (que no son las únicas) que llevan tiempo haciendo cosas memorables por el arte latinoamericano. Ahora bien, la cuestión aquí es, en realidad, ¿sí nos representan estas mujeres?
A pesar de que se están comenzando a visibilizar las figuras femeninas, lo cierto es que, el arte sigue siendo elitista y mayormente un espacio masculino ya que está lista por Forbes México, si se observa a detalle, muestra muy poco de lo que es Latinoamérica.
Si bien, tiene orígenes latinoamericanos por parte de su madre, lo cierto es que su contexto para nada fue el de un latinoamericano común. Entonces, ¿de verdad se está mostrando los talentos latinos?
Como muestra de lo anterior, dentro de las mujeres destacadas en el arte, de acuerdo con Forbes México; se encuentra Estrellita Brodsky, quien es una de las grandes divulgadoras del arte latinoamericano a nivel internacional. No obstante, revisando un poco de su historia se puede notar que en realidad ella es nacida y criada en la ciudad de Nueva York con un padre de Europa y una madre de Uruguay. Si bien, tiene orígenes latinoamericanos por parte de su madre, lo cierto es que su contexto para nada fue el de un latinoamericano común. Entonces, ¿de verdad se está mostrando los talentos latinos?
En igual forma, se tiene a Patricia Phelps de Cisneros, quien en 2017 recibió el Premio Iberoamericano de Mecenazgo de la Fundación Callia y el Leo Award, qué Independent Curators International, organización artística fundada en 1975 para apoyar proyectos curatoriales, le concedió por su trayectoria. Una de sus más reconocidas obras es la donación de arte para el museo MoMA en Nueva York.
Analizando su contexto histórico, Patricia nació y vivió gran parte de su niñez en Caracas y posteriormente se fue a estudiar filosofía en la Universidad de Wheaton. Así pues, durante su trayecto profesional, trabajó en iniciativas de impacto social tanto en Estados Unidos como Venezuela y cuando se casó en 1970 con el magnate de las comunicaciones, Gustavo Cisneros, no solo comenzó un matrimonio que ha prevalecido hasta hoy, sino que también su promoción del arte del continente. Así nació la Fundación Cisneros, con sede en Caracas y Nueva York, con el fin de contribuir a la educación artística del patrimonio cultural latinoamericano, así como promover a sus autores.
Lo más leído
Como se puede observar, su trayectoria profesional es admirable. No obstante, volvemos al mismo dilema que se tuvo con Estrellita Brodsky, ¿cuántas mujeres latinoamericanas tienen esta oportunidad? Ya no es únicamente el hecho de estudiar en el extranjero; sino el poder estudiar una carrera universitaria ni siquiera garantiza dejar de ser invisible porque tan solo en la rama de Artes cada vez son más las mujeres matriculadas en carreras de este tipo que; sin embargo, al momento de ejercer o tener “renombre” son más los varones quienes presentan en el MoMA, por poner un ejemplo.
Por otro lado y, dentro de la misma lista, se encuentra Zélika García; artista mexicana, licenciada en Artes por la Universidad de Monterrey quien fundó Zona Maco, una feria que comenzó con la asistencia de unas cuantas galerías y que en la actualidad cuenta con 170, de 27 países diferentes. Ella ha sido mostrada como una figura ejemplar tanto en el ámbito laboral como familiar ya que esta podría inspirar a las mujeres a continuar con su vida profesional, al mismo tiempo que se dedican a la maternidad. Sin duda es una mujer inspiradora.
De hecho, Zélica García, comenzó el año 2017 con el eco del Frieze London Stand Prize, concedido en octubre de 2016, para adentrarse en un vértigo de exposiciones: Ortega, Bilbao; Baghramian, Copenhague; Villegas-Amorales-Bonillas-Calderón-Cuevas, entre otros.
A diferencia de las anteriores, Zélika García es la única con una carrera profesional hecha en un país latinoamericano. Sin embargo (y no por menospreciar su talento) también es cierto que entra en el círculo de clase privilegiada, ya que pudo estudiar una carrera universitaria y “seguir” sus sueños. A decir verdad, ¿cuántos latinoamericanos han podido lograrlo? O mejor aún ¿cuántas mujeres latinoamericanas lo han logrado?
Por otro lado, como sociedad latinoamericana también es cierto que nos da miedo “mirar” la realidad y se suele hacer caso omiso a mujeres o personas que se atreven a revelar las realidades no tan buenas de América Latina. Un ejemplo (y muy poco conocido) es Paz Errázuriz de Chile quien es la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Artes Plásticas en 2017 ya que en esa década, se atrevió a documentar comunidades marginadas bajo la dictadura liderada por Pinochet en Chile.
Esta valiente mujer, ignorando las leyes que restringían el acceso de las mujeres a ciertas áreas, ingresó en burdeles poblados por trabajadoras sexuales queer y trans; hospitales psiquiátricos; circos; y clubes de boxeo. Después de hacerse amiga de miembros de estas escenas dispares, ella tomó sus retratos. Las fotos resultantes irradian intimidad y calidez, reverenciando a sus sujetos y exponiendo la opresión que enfrentan. “Son temas que la sociedad no mira”, ha dicho Errázuriz sobre su trabajo en curso,” mi intención es alentar a las personas a que se atrevan a mirar”. Sin embargo, ¿cuántas personas se atreven a mirar?
Mira:
No obstante, pasa algo similar con ella y con las nombradas en Forbes puesto que en lo que respecta a su trayecto profesional comenzó en la carrera de Educación por Cambridge Institute of Education de Inglaterra en 1966, y que posteriormente concluye en 1972 en la Universidad Católica de Chile, espacio temporal en que se desarrolla la dictadura militar en el país, motivo que canceló sus posibilidades de trabajar como Educadora.
Como se puede observar, Errázuriz venía de una clase privilegiada que le permitió salir de su país. Sin embargo volvió en un momento inoportuno, y que ese momento no tan favorable para su país fue precisamente la oportunidad de mirar al mundo de otra manera y comenzar a denunciar lo que por bastante tiempo se invisibilizaba. Así pues, bajo la necesidad de trabajar Errázuriz incursiona de manera autodidacta en el mundo de la fotografía.
Lamentablemente, es difícil rastrear a una mujer de Arte Popular sin estudios en latinoamérica famosa por el hecho de que todas las destacadas al final lo fueron por pertenecer a una clase privilegiada. Vivimos en una sociedad donde el Arte Callejero es catalogado como vandalismo y el más claro ejemplo es la reciente modificación de la pintura de Porfirio Diaz en la toma de la CNDH en la Ciudad de México.
Son las únicas mujeres que han tenido popularidad en su arte sin haber tenido un bagaje de Arte Académico por las universidades más caras de todo el mundo. Si bien, no cuentan con ello, con lo que sí cuentan es con un mensaje y con uno muy fuerte que a todos nos ha movido; para algunos sentimientos de empatía, para otros repudio pero lo importante aquí es que mueve a las personas y eso es lo que en esencia el arte en sí pretende. Comunicar el reflejo de una sociedad.
Mira:
No obstante, pasa algo similar con ella y con las nombradas en Forbes puesto que en lo que respecta a su trayecto profesional comenzó en la carrera de Educación por Cambridge Institute of Education de Inglaterra en 1966, y que posteriormente concluye en 1972 en la Universidad Católica de Chile, espacio temporal en que se desarrolla la dictadura militar en el país, motivo que canceló sus posibilidades de trabajar como Educadora.
Como se puede observar, Errázuriz venía de una clase privilegiada que le permitió salir de su país. Sin embargo volvió en un momento inoportuno, y que ese momento no tan favorable para su país fue precisamente la oportunidad de mirar al mundo de otra manera y comenzar a denunciar lo que por bastante tiempo se invisibilizaba. Así pues, bajo la necesidad de trabajar Errázuriz incursiona de manera autodidacta en el mundo de la fotografía.
Lamentablemente, es difícil rastrear a una mujer de Arte Popular sin estudios en latinoamérica famosa por el hecho de que todas las destacadas al final lo fueron por pertenecer a una clase privilegiada. Vivimos en una sociedad donde el Arte Callejero es catalogado como vandalismo y el más claro ejemplo es la reciente modificación de la pintura de Porfirio Diaz en la toma de la CNDH en la Ciudad de México.
Son las únicas mujeres que han tenido popularidad en su arte sin haber tenido un bagaje de Arte Académico por las universidades más caras de todo el mundo. Si bien, no cuentan con ello, con lo que sí cuentan es con un mensaje y con uno muy fuerte que a todos nos ha movido; para algunos sentimientos de empatía, para otros repudio pero lo importante aquí es que mueve a las personas y eso es lo que en esencia el arte en sí pretende. Comunicar el reflejo de una sociedad.
Lo más leído
Lizbeth Rodríguez es estudiante de Relaciones Internacionales