Entrevista
ENTREVISTA A VICTOR MALUMIÁN: "Los problemas de la industria editorial argentina pueden pensarse por fuera de la pandemia"
“En la entrevista, reflexiona sobre los problemas del sistema editorial argentino, la Feria de Editores, la digitalización de los libros y sobre el posible lanzamiento del Instituto Nacional del Libro Argentino (INLA).”
Por Julián Álvarez Sansone
Lunes, 27 de julio de 2020

Víctor Malumián es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Junto a Hernán López Winne fundó en 2008 Ediciones Godot. En el 2012 generaron la Feria de Editores que ha recibido en su última edición más de 250 editoriales de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Uruguay y Venezuela. En el 2016 publicó como co-autor el libro “Independientes ¿de qué?” a través de Fondo de Cultura Económica México. Es indudablemente una de las mentes más brillantes a la hora de analizar y describir el mundo literario argentino. Afortunadamente, durante esta cuarentena que ya sobrepasa en Argentina los 120 días, accedió a que Julián Álvarez Sansone lo entreviste para Cronistas Latinoamericanos. En la entrevista, reflexiona sobre los problemas del sistema editorial argentino, la Feria de Editores, la digitalización de los libros y sobre el posible lanzamiento del Instituto Nacional del Libro Argentino (INLA).
La actual pandemia por COVID-19 ha desnudado grandes problemáticas sociales como el hacinamiento, el empleo informal, la capacidad de atención del sistema de salud, etc. ¿De qué modo creés que puede desnudar falencias del sistema editorial argentino?
No sé si diría que desnudó falencias del sistema editorial pero sí aceleró procesos existentes o sumó a varias editoriales a procesos que no tenían en cuenta, como por ejemplo la digitalización de sus catálogos, una presencia más completa y pensada en redes sociales, un trabajo más sistemático con sus comunicados por email, etc. La cuarentena obligó a poner otro peso específico en el canal digital.
¿Cuáles son, según tu criterio, los grandes problemas que ya venía arrastrando esta industria editorial?
Los problemas de la industria editorial en Argentina se pueden pensar por fuera de la pandemia. Entre los principales problemas que tenemos está la logística que debería ser política de Estado como sucede en otros países. Enviar un libro es extremadamente caro, tanto para las librerías a sus lectoras y lectores como para las distribuidoras a las librerías. Por otra parte, el precio del papel en Argentina es muy elevado si se comprara con el precio internacional, empeora la ecuación si se pone de relieve que las calidades son bastante disímiles.
En los últimos meses hemos visto nuevas configuraciones en el sector del libro. Por un lado, desde el Estado evidenciamos el posible lanzamiento del “Instituto Nacional del Libro Argentino”. Desde el mercado, vemos cómo el Grupo Planeta se asocia con Mercado Libre para conectar directamente con los lectores salteándose a los libreros. ¿Cuál es tu opinión sobre esos sucesos?
El INLA no es un hecho aún y dadas las pugnas políticas, partidarias y propias del sector sería cauto antes de darlo por cristalizado. Creo que más allá de cualquier arista perfectible sería una buena noticia que se concrete y genere un espacio de discusión donde el Estado esté sentado en la mesa, adicionalmente entre los puntos básicos del INLA está el problema logístico. En torno a ML mi preocupación es en torno a que un jugador concentre un porcentaje tal sobre las ventas del rubro que esté en condiciones de imponer las reglas, como fue el caso de Amazon en varios países europeos. La coyuntura se construye como una lucha de intereses, me parece que lo mejor que podemos hacer es pensar los escenarios futuros para poder actuar ahora e intentar torcer destinos que no son inevitables.
La pandemia ha obligado a cancelar o reconfigurar eventos literarios de gran relevancia como la Feria de Editores (FED) y la Feria EDITA, las cuales deberán desarrollarse en formato digital este año. ¿Cuáles son tus expectativas sobre este formato? ¿Cuáles son las expectativas de los editores?
Sinceramente no sé cómo será la repercusión de la FED Digital, creo que un buen primer paso está dado si logramos una excusa para que librerías y editoriales profundicen el diálogo, mejoren los stocks de los fondos editoriales, se mejore la circulación de nuestros libros por todo el país. Un segundo paso está dado si logramos que durante varios días el libro cobre mayo relevancia gracias a las actividades y el trabajo conjunto de las editoriales.
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Algunos analistas y conocedores del “mundillo literario” argentino consideran que uno de los problemas centrales es la falta de lectores. ¿Cómo considerás que se podría aumentar la masa de lectores? ¿Qué se debería hacer por parte del Estado y qué se debería hacer por parte de los actores del mercado (libreros, editores, distribuidores, etc)?
Es un tema complejo y hay especialistas que entienden muy bien cómo funciona. Mi impresión personal fruto de la charla con editoras y editores es que el libro dejó de ser el objeto monopólico de consumo cultural y compite por el tiempo libre con otros contenidos, proceso paulatino que se profundizó con la disponibilidad que permite el streaming. Me parece que las editoriales no pueden formar lectores, en el mejor de los casos pueden agrupar comunidades de lectoras y lectores preexistentes. La labor de formación de lectores es del Estado, y se puede observar si se compara en Latinoamérica los índices de lectura en relación con el acceso a la escuela pública y gratuita.
Algunas editoriales argentinas y latinoamericanas han optado por digitalizar su contenido, apostando a la producción y venta de libros en formato digital. ¿Qué ventajas y desventajas le encontrás a esta modalidad?
No veo razón para descuidar el formato digital, más aún si consideramos que estamos disponibilizando contenido para por ejemplo las personas ciegas, por otra parte, dejamos de lado el problema de un libro agotado al cual ya no se puede acceder y mejoramos la capacidad de búsqueda de textos de investigación. Dicho esto, tampoco es la solución a todo, hay algo de la experiencia de lectura en papel que por el momento permanece sin poder ser emulada, porque a pesar del pico de ventas en digital durante el confinamiento, ese pico cuando se habilitó el delivery de libros bajó nuevamente. Habrá que ver con mayor tiempo en la secuencia si se estabiliza en niveles más altos dado que nuevos segmentos deciden leer más frecuentemente en digital.
¿Puntualmente, qué estrategias y cambios debieron realizar desde tu editorial, Ediciones Godot, para adaptarse a este contexto?
Recientemente publicamos la trilogía de Samuel Beckett, Malone muere, Molloy y El innombrable. Para festejarlo hicimos una bolsa tote en Ediciones Godot (link) y nos pareció que la forma más natural de continuar el trabajo que hacemos desde hace años con las librerías era regalarla exclusivamente con tu compra de la trilogía en librerías. Por otra parte, mapeamos una cantidad importante de librerías con delivery y la disponibilizamos acá (link) el mismo día que habilitaron el delivery.
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