Cualquiera diría que es fácil,

Que solo hay dos opciones:

Ser o no ser.

Lo que no saben, es que la existencia

Es más complicada;

Ser el segundo sexo.

Es un viaje interminable,

El destilar del tiempo, se convirtió en la maldición;

Seguimos sin existir.

Servir para una existencia,

No es vivir:

Es condena.

No nacimos para eso, lo aprendimos.

Lo aprendieron y transmitimos,

Es de nuestro hacer.

Después de tejer una existencia de penas,

Hoy nos vemos,

Seres invisibles apareciendo.