Poesía
Notas de revólver
Por Sofía Gabriel
- 09-11-2021

Me desgarra la obediencia que le debo al sistema colonial de belleza normativa que disciplina para satisfacer ese gusto y deseo placentero que obedece únicamente a la jerarquía de subjetividades que el patrón global impone, subastando el valor de los cuerpos de la misma forma que fueron a saquear territorios.
Me desgarra.
Me emputa y me desgarra.
Ese saqueo que trauma violentamente y me dicta cuándo tengo permiso de mirarme al espejo y cuándo no.
Ese judeocristianismo que me arropa y esa misoginia tan gangrenada que me desviste hasta las venas.
Lloro porque siento culpa cuando me gusto y cuando no me gusto, cuando he decidido algo finalmente por mí misma y cuando no lo he decidido.
Lloro porque en el deseo vivo ausente.
Me desangra estar en disputa con mi propia existencia individual y colectiva mientras trato con todas mis fuerzas de mantener juntas las piezas culturales de la aprendida y perfecta dictadura estética.
Lloro porque no puedo levantarme sin antes arrodillarme a lo que decidan los estándares de mañana, estándares racistas reproducidos como héroes, explotados y perseguidos en capital.
Siento una culpa gigantesca del daño que me causó el robo de ese deseo que construyeron en la infancia sobre mi cuerpo sin preguntarme si yo misma lo reconocía primero.
Me repugna el odio que siento ante toda la producción clasista e infrahumana de propiedad que arma al sentido de amor en esta bola neoliberal.
Lloro porque me asfixia tener que pedir una disculpa a la hegemonía por no haber pagado la renta de encanto que me falta para seguir pasando los días.
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Detesto la política de la identidad, casi tanto como detesto todo lo demás.
Me desgarra.
Quiero enojarme y dejar de encarnar estos espectros tan pesados, fronterizos con los movimientos en potencia erótica y sensual donde me da la gana de bailar.
Quiero el avivamiento de la monstruosidad y la fealdad que me susurran que estoy viva.
Quiero desenterrar mis joyas y convertirlas en piedra, enlodarlas libremente en inseguridades.
Odio la impregnación militar de lo aburrido en lo visual.
Quiero performar esa ausencia donde no habito; desaparecer y aparecer por siempre dentro de ese performance rebelde y traumático que me canta cada día porque me desgarra.
Me desgarra una y mil veces.
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Sofía Gabriel es estudiante de sociología.