Opinión

Martes, 9 de abril de 2019

Rescatando los Ideales del MNR

“…humanitariamente la Revolución sacó lo peor de muchos y engendró una nueva oligarquía; pero esto no evita que se entienda que el MNR fue la fuerza transformadora y modernizadora de Bolivia. No sólo la Bolivia del siglo XX sino que la Bolivia del siglo XXI no se entienden sin la ideología, valores y obras movimientistas.”

Por Mauricio Zárate

Fotografía de un sello postal (Fuente:http://historias-bolivia.blogspot.com)

Escribir sobre el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), incluso resumiendo la Revolución Nacional de 1952 y la etapa “Neoliberal” tiene el riesgo de aparentar estar incompleto e inclinado a favor de un sector determinado. Un segundo problema ligado a este riesgo, es que se puede pretender (erróneamente) que la Revolución del 52 no tuvo defectos, o que en la etapa posterior a las dictaduras, debe ser principalmente recordada por el Decreto Supremo Nro. 21060 de 1985 o por los procesos de capitalización de empresas; ignorando que en estos periodos se creó el Seguro Universal Materno-Infantil (SUMI) y se promulgó la Ley de Participación Popular, dotando de verdadera importancia a las Alcaldías y Prefecturas. En este sentido, este ensayo no pretende homenajear la Revolución ni acribillar al neoliberalismo; sino entender la importancia actual de las ideas del MNR como partido político más importante de Bolivia; insinuando el aporte que puede darle el MNR a Bolivia en un aparente resurgimiento.

Los sin sentidos del MNR

Resultaría cómodo pretender que en más de 70 años de vida, el MNR no tuvo errores; como indica Walter Guevara Arce, uno de los fundadores y miembros más importantes del MNR: “El MNR ha hecho historia y ha subsistido a pesar de esas características (partido verticalista, violento con sectores oligarcas y la Falange). Fueron innecesarios los campos de concentración, San Román fue innecesario”. Los testimonios de Hugo Alborta, falangista atrapado por el MNR después de la Revolución, bastan para entender los pecados del MNR “Soy fundador de Curahuara de Carangas…Hubo delación y el castigo fue brutal sangría diaria de varios meses… Hubo una insoportable guerra psicológica. Entraban a nuestras celdas y nos decían que nuestras mujeres estaban durmiendo con jefes del Control Político…Lo más difícil para mí fue estar en Curahuara con mi hermano José a quien enyesaron mal y le apareció la gangrena que le destrozó el pie. Cuando nos hacían trotar, él pisaba prácticamente con el tobillo y yo le ayudaba a correr con el riesgo de que me azoten…”

La capitalización de empresas públicas en favor de las empresas antes que en el pueblo, también son una autocrítica necesaria, incluso si se considera que ayudaron a modernizar ciertos sectores, fueron acciones antípodas sobre todo a los valores e ideas que parieron al partido; yendo a favor de sectores privados extranjeros capitalistas en desmedro de la economía nacional.

El MNR sí ha tenido una participación paupérrima en muchos sentidos, humanitariamente la Revolución sacó lo peor de muchos y engendró una nueva oligarquía; pero esto no evita que se entienda que el MNR fue la fuerza transformadora y modernizadora de Bolivia. No sólo la Bolivia del siglo XX, sino que la Bolivia del siglo XXI no se entienden sin la ideología, valores y obras movimientistas. Mucho menos significa que personas como Hernán Siles Suazo, Javier Costas, René Zavaleta y muchos más, hayan estado en contra de los actos terribles y absurdos realizados por algunos movimientistas, llegando incluso a ayudar a decenas de falangistas y socialistas. Conocer los crímenes del MNR como lo hace el propio Guevara Arce, no debe ser entendido como hipocresía, sino como aprendizaje y madurez; quizás ahora más que nunca el MNR tiene que aceptar sus errores y aprender de ellos; porque citando a Guevara Arce: “El MNR ha hecho historia y ha subsistido a pesar de…”

Origen del MNR y Primeros Ideales

El MNR tuvo su origen real en la Guerra del Chaco, en el instante que ésta provocó involuntariamente el nacimiento de la conciencia nacional, a partir de la voluntad y despertar de un sector de jóvenes burgueses, que entendieron que nuevamente Bolivia era llevada a una guerra que asesinaba inocentes mientras empresas trasnacionales petroleras se beneficiaban. La Guerra del Chaco puso la primera bala en una oligarquía individualista, que al no tener lo que denomina René Zavaleta autonomía de pensamiento, nunca llegó a conocer ni entender Bolivia, pues sólo tenían la aspiración de ser una copia imperfecta de los Estados que los habían derrotado; a tiempo que generaba conciencia nacional en las burguesías y pequeñas burguesías, que se toparon a la fuerza con la realidad de un país secuestrado por una rosca.

Augusto Céspedes junto a Armando Arce y Carlos Montenegro, fundó el matutino La Calle en 1936; y este fue un primer paso intelectual al nacimiento del MNR, entendiendo que a las oligarquías se las combatía antes que nada con ideas, promoviendo el nacionalismo revolucionario, difundiendo valores favorables a la clase media baja y clases bajas, evidentemente en desmedro de la oligarquía y los poderes entreguistas que gobernaban Bolivia. A final de cuentas, La Calle tenía críticas contra las autoridades de turno, por ser siervos de intereses oligarcas y de capitales extranjeros, básicamente son un preludio a todas las críticas que Céspedes desarrolla en su novela El Metal del Diablo hacia la rosca minera. El segundo paso, también intelectual, hacia el camino que pariría al MNR,— y que se desarrollará más a posteriori— fue la Unión Boliviana de Defensa del Petróleo, suscrita por Víctor Paz Estenssoro y Carlos Montenegro entre otros.

Terminada la Guerra del Chaco diversos grupos y partidos políticos empezaron a formarse como la Falange Socialista Boliviana (FSB) y el Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR). Tras una coincidencia de ideas entre varios jóvenes bolivianos hartos del control plutocrático anacional de la oligarquía, y la poca coincidencia con los partidos existentes y los nuevos: el 25 de enero de 1941, Paz Estenssoro, Carlos Montenegro, Rafael Otazo y Hernán Siles Suazo entre otros, coincidieron en la necesidad de fundar un partido político nacionalista, entre las determinaciones se encargó redactar las bases ideológicas y programáticas del partido. En los siguientes meses también se dio la responsabilidad de redactar Estatutos y materializar esta formación política. Sólo este hecho ya muestra que el MNR incluso antes de existir tenía las cosas más claras que muchos partidos actuales, entendieron que no se podía formar un partido de la noche a la mañana y que sin material ideológico que se guie en valores nacionalistas, sería imposible cambiar un momento de crisis democrática como el que vivía Bolivia en ese momento.

Ilustración (Fuente: Malvestida)

El 7 de junio de 1942, un año y medio después de la determinación de fundarse, el MNR fue fundado oficialmente. La fundación y desarrollo de este partido, a diferencia de otros, tuvo plena formación nacional, el Programa de Principios finalmente fue realizado por José Cuadros Quiroga, y entre las principales características se encuentran que el nombre tiene como objetivo que no se discrimine en ningún modo a ningún sector del país, sino que toda Bolivia pueda ser incluida en el movimiento, además de comprender que no podían someterse ni a las derechas de intereses capitalistas, ni a los socialistas de intereses internacionales.

Si bien miembros del partido ya habían formado parte de gobiernos, lo habían hecho de manera independiente, siendo su primera participación activa como partido, su unión con Razón de Patria (RADEPA) para llevar al poder a Gualberto Villarroel en 1943. Existieron dos medidas de Villarroel que demuestran la ambición y valores del MNR, aunque de ningún modo se lo puede (al MNR) condecorar como principal gestor de estas medidas, pues no lo fue: estos son el Plan Bohan (inclusión de la región oriental al país) y la abolición permanente del pongueaje y el mitaje. Es importante explicar que uno de los hechos más importantes de inclusión y unión en el país, sin el cual el Oriente boliviano no sería el motor económico que es ahora; fue realizado en la Revolución Nacional, como es la cristalización del Plan Bohan con la carretera Cochabamba – Santa Cruz de 1954.

Tras el asesinato de Villarroel, la política boliviana volvió a manos de la oligarquía, pero el nacimiento y fogueo político del MNR ya habían sido consolidados.

Valores e Ideas del MNR

La Calle comandada por un Augusto Céspedes claramente anti Patiño, sumado a un Carlos Montenegro evidentemente nacionalista e inclusivo, ya marcan una tendencia de las ideas y los valores del MNR; pero quizás la Unión Boliviana de Defensa del Petróleo sea la primera de las manifestaciones profundas de un ideario político del Movimiento. El manifiesto de esta Unión rechazaba las acciones de la Standard Oil y pretendía como principal consigna que: “Bolivia sea dueña absoluta de su riqueza petrolera”. Teniendo entre sus pasos hacia la “Industria Nacional de Petróleo” ideas como: 1.- “El petróleo nacional…debe ser exclusivamente aprovechado por Bolivia […] 4.- El petróleo bajo dominio absoluto del Estado Boliviano, debe constituir como materia prima industrial y comercial, la base de la economía nacional[…]”

Ya existiendo formal y políticamente, los Principios del MNR incluyeron en su numeral quinto denominado Liberación económica y Soberanía del pueblo de Bolivia: “Exigimos una ley que reglamente el trabajo del campesino de acuerdo a las peculiaridades de cada sector[…] garantizando la salud y la satisfacción de las necesidades del trabajador boliviano”.

Lo interesante de este principio, es que es coincidente y respeta lo establecido posteriormente en la Revolución del 52; en primer lugar la inclusión del campesinado como sujeto civil y político activo de Bolivia con derechos y obligaciones; y en segundo lugar la inclusión del trabajador como sujeto precursor de la Revolución, que a la postre sería parte de lo que Zavaleta Mercado denomina “Poder Dual”. Ambas materializadas con la Revolución Nacional con hechos históricos y adelantados a sus tiempos: El voto universal, la Reforma Agraria y la creación de la Central Obrera Boliviana.

Carlos Montenegro

René Zavaleta Mercado determina que una de las primeras banderas ideológicas del MNR fue la crítica incensurable a tres sectores específicos: oligarquía, empresarios mineros y terratenientes; lo cual nos permite entender que la Guerra del Chaco provocó en los fundadores del MNR un levantamiento de velo burgués creado por la oligarquía; los hijos de esta guerra vivieron de primera mano en esta tragedia la desigualdad económica, la hermandad con campesinos y obreros, y la pobreza del país generada por capitalistas que le quitaron los recursos y el alma a los bolivianos.

Además, Zavaleta entiende como carga ideológica del MNR, principalmente a las siguientes: 1) “la destrucción del aparato ideológico del Estado oligárquico”, generando una primera bandera nacional-indigenista, entendiendo a la identidad indígena de los bolivianos como una fortaleza vigoroza adormecida por la tara mental impuesta por la ideología oligárquica de la rosca. Esta realidad mutó con la necesidad de una lucha de clases, pero que (a mi modo de ver) no competía entre burguesía y proletarios/campesinos, sino entre “clases nacionales contra la casta extranjera”. 2) la fuente proletaria, que reivindicaba derechos al otorgarle institucionalidad y poder. 3) Otra carga que señala Zavaleta es el antiimperialismo, entendiendo sobre todo el papel del imperialismo inglés en provocar la Guerra del Chaco entre países pobres, todo por intereses capitalistas (casi una copia de lo ocurrido en la Guerra del Pacífico). Esta última carga, también se evidencia en lo establecido por Montenegro y Estenssoro en la defensa del petróleo.

Finalmente, la faceta ideológica del MNR está claramente plasmada (aunque en ciertas cuestiones anacrónica) en la Tesis de Pulacayo de Walter Guevara Arce. Entre lo más destacable de la misma está la inacción burguesa por destruir sistemas económicos precapitalistas, y que se convierten en una tarea de la Revolución democrático-burgués, a lo cual yo estiro esta idea, asegurando que los hijos de la Revolución Nacional (incluyendo Evo Morales) no han sido capaces de vencer el extractivismo ni el Capitalismo de Estado.

Retomando a Zavaleta, aunque ahora interpretándolo: Bolivia ha vivido y sigue viviendo con una alienación que ha entregado su conciencia a una realidad distinta a la que vive; lo cual redujo al país a algo que se aleja de la Nación como aspiración del sujeto. Esto quiere decir en la actualidad que se ha confundido el sentimiento nacional, alejándolo de la Nación boliviana, y en la medida que nos entregamos a formaciones ideológicas y programáticas venezolanas, cubanas y españolas (o de ciertos politólogos españoles), caemos en lo que se ha vivido antes con Inglaterra o Estados Unidos y retomando a Zavaleta: “Bolivia es una nación que está históricamente en situación de peligro, ocupada cultural y económicamente. [Bolivia] necesita expulsar a los invasores…”

Mauricio Zárate es abogado.