Entrevista
Verónica Boletta: “Escribo para dejar constancia”
Por Julián Álvarez Sansone
- 19-05-2021
Verónica Boletta nació en Santiago del Estero (Argentina). Obtuvo su título de grado en ciencias económicas en la Universidad Nacional de Tucumán. Actualmente reside en la ciudad de La Plata (Buenos Aires) donde ejerce su profesión.
Es una ferviente lectora que se ha dado a la tarea de escribir. Frutos de esa pasión son los poemarios Chamuyo poético (puro verso) editado por Peces de Ciudad (Buenos Aires, 2016) y Vendehúmo publicado por Halley Ediciones (Buenos Aires, 2017). Participó en las antologías de cuentos de Fleming Editorial: Habitación 308, Calle 13, Delicious: recetas y cuentos, Seres extremos: relatos de chicos & chicas malas, y Delicious II. Publicó Los cuentos del tío (Fleming Editorial, 2018) y Número puesto (Halley Ediciones, 2020)
Cabe mencionar que esta autora frecuentemente colabora con los blogs colectivos “Salto al reverso” y “Masticadores” en calidad de autora. Publica poesías y relatos en revistas electrónicas y webs de Argentina y España y en sus blogs “Estación de micros” y “Web de Vero B”.
En esta entrevista, Boletta nos menciona sus autores favoritos, explica qué la motiva a escribir, y nos narra con lujo de detalle el proceso de creación y de escritura que derivó en la publicación de su libro “Número puesto”, surgido a partir de una actividad realizada en el taller literario de Mariana Kruk.
¿Cuáles son tus autores favoritos? ¿Crees que influyeron de algún modo en tu escritura?
De mis autores favoritos enumero sólo los históricos, aquellos que permanecen incólumes en mis gustos, según su orden de aparición en mi vida lectora: Borges, Cortázar, Yourcenar, Lispector, Patti Smith. Sombras de dudas (sabrán disculpar mis obsesiones) tiñen mi devoción por ellas, escritoras de otras lenguas. ¿Sucumbí ante sus textos o sus traducciones?
Mi lista excluye poetas pues no podría hacer una selección acotada. Son mi debilidad.
¿Si creo que influyeron…? ¡Ojalá! No dejo de pensar, sin embargo, en la búsqueda de la voz propia. Tal vez ese sonido sea la combinación de otras voces, un coro propio del cual resulto una modesta directora.
En general, ¿Qué te motiva a escribir?
Mi primer impulso proviene de la lectura. Los textos, e incluso alguna palabra suelta, me interpelan. Desatada la admiración o la crítica, ambos extremos despiertan mi imaginación; escribir es una consecuencia ineludible. Los plazos perentorios también me motivan. El texto que se abre paso es oxígeno, materia vital.
Si describo mis motivos de un modo más poético y no por eso apartado de la realidad debo decir que escribo porque el tiempo me apremia. No evito la tentación de domarlo. Es un impulso irrefrenable. Bien sé que se me irá la vida en el intento. Escribo para dejar constancia de mi paso.
¿Qué crees que los lectores podrían encontrar al leer “Número Puesto”?
Número Puesto es una colección de cien relatos breves que surgen a partir de las interpretaciones de los sueños y los números asociados a ellos. Esta guía de apuesta en la quiniela es la excusa para desarrollar historias usando la cantidad de palabras indicada por cada número.
Esta descripción del libro es un artificio racional. ¿Qué podrían encontrar los lectores? La diversión que se esconde en este juego de escritura y la variedad de los temas abordados. Es un alivio saber que cualquier definición estará inevitablemente sesgada. Cada lector reescribirá el libro y al hacerlo encontrará aquello que busca.
¿Cómo surgió la idea de escribir este libro de micro-relatos?
Este libro no se concibió como tal, sino que se abrió paso a fuerza de completar una actividad con la que me incitó Mariana Kruk en uno de sus talleres literarios. En el inicio fue la consigna. Luego, los relatos. Una vez escritos todos los números, el libro.
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¿Qué importancia le das a los talleres literarios? ¿Cuándo arrancaste a ir y por qué?
Les doy mucha importancia a los talleres literarios aunque no indiscriminadamente. Creo que, como en todos los rubros, encontramos variedad de calidad en contenidos y formas. Los concibo como una herramienta útil en la medida que tengamos clara nuestra búsqueda que no es forzosamente compatible con todos los talleres ni con todas las modalidades de dictado. Los hay grupales, individuales, presenciales, virtuales online, vía mail y todo el arco de posibles combinaciones por mencionar algún aspecto.
Comencé a participar de talleres en febrero de 2016 cuando inicié el acompañamiento poético dictado por Mariana Kruk. Mi inquietud por aquel entonces era vincularme con poetas contemporáneos mediante el descubrimiento de su poesía. En 2017 me sumé a talleres de narrativa.
Con respecto a la confección del libro… ¿Cuáles fueron los micro-relatos que salieron con mayor facilidad?
Los primeros que escribí resultaron los más fáciles. Tenía a mi disposición un listado de cien títulos y/o temas para elegir libremente aquel que tuviera ganas de desarrollar.
En la misma línea. ¿Cuáles fueron los que costaron más y por qué?
En sintonía con la respuesta anterior, la cosa se puso peliaguda cuando quedaban pocos números y la presión crecía. ¡No podía evadirlos! Los relatos, claro está, no se escribieron respetando el orden numérico sino las ganas. Esa rebeldía pasó factura hacia el final.
En lo personal, ¿Cuáles son los micro-relatos del libro que como autora te gustan más y por qué?
Me enorgullecen los híper breves que, a pesar de las pocas palabras, cuentan una ficción: “4 La cama”, “7 Revólver”, por mencionar algunos. Otro de mis preferidos es el “47 Muerto” donde recurro a la figura de Frankenstein y al error generalizado de pensar que es el nombre del monstruo ensamblado. Dominé la tentación de corregir la confusión e hice uso de ella para componer una historia zombie. Los relatos irreverentemente religiosos y los detectivescos tienen presencia en el libro y encabezan mis gustos personales, además.
¿Cuál era tu vínculo con la Quiniela o la Lotería antes de embarcarte en este proyecto de escribir micro-relatos inspirados en los números de Lotería?
Mi vínculo con la Quiniela era y es más bien frío, distante, casi inexistente. No tengo la costumbre de apostar. Eventualmente participo de alguna jugada colectiva cuando un grupo me lo propone. “Número puesto”, a pesar de su título, génesis y contenido, no modificó esa relación.
¿En qué otro proyecto literario estás trabajando actualmente?
Tengo varios proyectos en curso. Mientras van cobrando forma nuevos poemarios, continúo escribiendo relatos de diversa extensión y una novela cuyo borrador retomo periódicamente. Este último es un proyecto a largo plazo.